Los Diez Mandamientos son parte de las leyes que Dios le dio al antiguo pueblo de Israel.
Dios escribió los Diez Mandamientos en dos tablas de piedra y se los dio a su profeta Moisés en el monte Sinaí. Estos se hallan registrados en Éxodo 20:1-17 y en Deuteronomio 5:6-21.
La historia de Moisés y los 10 Mandamientos
Los israelitas habían estado viajando en el desierto por cerca de tres meses (los cuales son un poco más largos que las vacaciones normales de verano) cuando llegaron al Monte Sinaí. Ellos se iban a quedar allí por un tiempo ya que tenían excelente cobijo de la montaña.Moisés decidió subir la montaña para hablar con Dios. Recuerda que esto no era tan fácil para Moisés, porque ya tenía 80 años de edad.Dios sabía que Moisés venía así que Él habló con Moisés y le dijo que les dijera a los israelitas que se prepararan. Moisés bajó a decirle al pueblo que se bañaran y limpiaran todas sus ropas.Al hacer esto el pueblo se estaba preparando para escuchar palabras importantes de Dios. Por eso es que siempre nos vestimos bien o nos aseguramos de usar ropa limpia al ir a la iglesia. Eso nos hace comportarnos un poco mejor y mostrar respeto a Dios.
En la tercera mañana luego que Moisés había hablado con Dios, los israelitas estaban ocupados preparando sus desayunos cuando de repente retumbó fuerte y salió un rayo de luz sobre la montaña. Cualquiera que dormía todavía fue sorprendido y se despertó repentinamente. Todos salieron a mirar y justo sobre la montaña había relámpagos y truenos, y una nube muy gruesa pendía sobre la montaña así que no podías ver la cima. Incluso la montaña se sacudió y se pudo escuchar el sonido de trompetas que sonaban muy muy fuerte. Así que Moisés subió a la montaña a escuchar a Dios una vez más.
En esta oportunidad Dios le dijo a Moisés, “Baja al pueblo y diles que no te sigan hacia arriba de la montaña, la montaña es un lugar especial porque yo estoy aquí”. Así que Moisés advirtió al pueblo no tocar o acercarse a la montaña.
Después de eso, Moisés volvió a subir la montaña. Pero en esta oportunidad permaneció allí por un tiempo largo (40 días y 40 noches). Dios seguramente tenía mucho que decirle. Dios quería instruir a la gente sobre cómo vivir. Al seguir Sus reglas ellos tendrían menos tristeza en sus vidas. Dios solo quería protegerlos.
Es como cuando nuestros padres nos dan reglas para protegernos: mirar a ambos lados antes de cruzar la calle, no golpear a nuestro hermano o hermana. Ellos nos dan reglas porque nos aman y saben lo que es mejor para nosotros.
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